Hay un espejo. El espejo contiene al reflejo de una ventana. Este hecho es verdadero y falso en el tiempo. Este hecho es verdadero o falso en el espacio. Mas si se admite racionalmente que un espejo no es continente todo se diluye en la incoherencia de la expresión. La expresión es posible en el lenguaje e imposible en la materia. Pero hay un espejo y el ojo rectangular de la ventana que refleja está saturado de cielo negro.
Desde el cielo negro cae una sombra negra. Por unos instantes habita en el cielo de la ventana que se refleja en el espejo.
Hay una sombra cayendo del cielo. La sombra cae a los pies del relato y devora su sombra. La sombra que cayó del cielo ahora es la sombra del relato.
Al ser devorada, una sombra, no sangra oscuridad, sencillamente desaparece. Hay una sombra a los pies del relato y hay una sombra desaparecida.
Si el relato se mueve en el espacio del lenguaje la sombra plagia coordenadas de posición. Si el relato se mueve en el tiempo la sombra intuye el futuro y adquiere significado.
¿Es el tiempo un fenómeno?
Navarro colma de tinto vino las cuatro jarras.
Me pasa la primera.
Alcanza la segunda a Castaneda.
La tercera le pertenece.
La cuarta, como siempre, es para la tierra del mundo y queda en el borde abismo de la mesa.
¿Es el tiempo un fenómeno?
En las carpas de un desierto alguien demostró que el ojo no ilumina a los objetos. Quienes desconocen este hecho suelen creer, todavía, que el ojo ilumina al objeto. El ojo mira, ilumina y significa al objeto.
En aquellas carpas el objeto ilumina al ojo. El ojo aísla al objeto y la mirada lo significa. El objeto resulta significado en ambos casos y quienes se afanan en cifrar entidades no debaten acerca de la luz. No. Esta es la omisión que no ha sido perdonada.
El color de un objeto no es una cualidad del mismo sino de la luz que lo ilumina. No es roja la sangre de los hombres. El ojo suele percibir ese color si la luz que ilumina la sangre es blanca. La sangre no soporta el rojo y lo rechaza.
¿Es la mirada un fenómeno?
La luz es creada en el tinto vino de esas jarras.
Bebidos, Navarro y Castaneda caminan abrazados por el filo justo de los horizontes.
El mundo y yo celebramos.
¿Es la mirada un fenómeno?
(Teatro de Cuentos. Acto VI)